En la época de los conservadores, por el año 1930 existió un presidente que inventó el whisky en las tazas de té o café. De esta forma se disimulaba la verdadera característica del servicio que así pasaba desapercibido para el resto de los presentes.
La historia se reiteró mas acá, fue aplicada por algunos legisladores electos en 1946. Así se recuerda que uno de ellos imitando a su precursor conservador, durante una larga y tediosa sesión, increpó al mozo con una pregunta estentónea: "¿ y el hielo ?". Su vozarrón se escuchó claramente justo en un momento de silencio.